¡¡Hooooola merlucillos y merlucillas!!
Después de unas reconstituyentes vacaciones en las que he disfrutado (entre otras muchas cosas) de un largo período de desconexión digital (que os recomiendo hacer periódicamente a todos), toca volver al "tajo".
La verdad, viendo las noticias todos los días, lo lógico sería caer en el desánimo y la apatía. Y es que corren tiempos nefastos para la economía nacional (vaya descubrimiento ¿eh?, jejeje...) y más aún para la educación en nuestro país.
Mi postura, desde el principio es totalmente contraria, contraria a ese desánimo y apatía. Creo que, como dice el refrán, "al mal tiempo, buena cara". Considero que nuestros alumnos/as no tienen la culpa de la situación que se está creando, y que va totalmente en contra de sus intereses (que parecen no interesarle, valga la redundancia, a nadie).
Por eso creo que los que nos dedicamos a la docencia por vocación debemos hacer un esfuerzo EXTRA (y pido disculpas por utilizar esta palabra delante de funcionarios públicos en este momento), y dar lo mejor de nosotros mismos para superar los tijeretazos salvajes e injustificados que está sufriendo la educación pública en los últimos tiempos.
Todo ello va a suponer un esfuerzo de creatividad, que no se ve nada favorecido por las circunstancias en las que vamos a trabajar: más horas de trabajo en el centro, más alumnos por clase, menos sueldo, menos recursos en los colegios, mayor presión por los resultados (aunque sería más correcto decir por las "notas", los "números", que parece ser lo que va a marcar la "excelencia" educativa en los próximos cursos),...
Y para "rematar la faena", lo de "darle caña" a los funcionarios públicos, se está convirtiendo en una actividad más que interesante para los políticos de este país. Y es que, entre lo bien que soportamos sin quejarnos (creo que los docentes en concreto tenemos ciertos rasgos que llegan a ser masoquistas), y la ilusión que siempre nos ha hecho a los españoles ver como "putean" a los demás (rasgos marcadamente sádicos en algunos casos), son decisiones (las de bajar sueldos, subir horas, quitar derechos... al funcionariado) muy rentables electoralmente.
En lo que respecta al ámbito que comparto con la labor como maestro, la formación del profesorado, se nos presenta un panorama aún peor: Tanto los cursos presenciales como los online, ni siquiera han sufrido una reducción parcial de presupuesto, sino TOTAL (al menos la parte que corresponde a los ponentes y tutores). Personalmente, siempre he defendido el altruismo como modo de vida, y creo que compartir es natural en el ser humano (aunque enseguida aprendamos a no hacerlo) como se puede ver en el siguiente vídeo (genial).
Como decía Unamuno "Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos", pero otra cosa bien distinta es trabajar gratis para que otros se aprovechen del trabajo de uno. De modo que este curso sólo voy a dar unas pocas charlas (más por compromiso personal con las personas que las organizan que por otra cosa).
Así que dedicaré este blog más a compartir con vosotros las nuevas cosas que vaya aprendiendo que a poner aquí los materiales de las distintas charlas. Prometo no daros mucho más la "chapa" con interminables posts de opinión como este...
Y para empezar bien el curso, os dejo una "joyita" de película que he visto este verano. Es un documental laaaargo (casi dos horas y media), pero viéndolo "a cachos", se pueden sacar conclusiones interesantes. Seguro que muchos ya lo conocéis, se llama "La Educación Prohibida". Espero que os guste.
¡¡Que tengáis todos un curso genial!!
Sr. Ruiz