¡Hooola a todos!
Aún nos quedan un par de entradas de esta serie sobre educación a distancia que pretende servir de ayuda para todos los maestros y profes que afrontamos un curso lleno de incertidumbre y en el que me temo (ojalá esté equivocado) que habrá más periodos de teledocencia....
En la entrada de hoy, hablaremos sobre evaluación en educacion a distancia, un aspecto del que se ha comentado mucho durante la cuarentena de finales del curso pasado.
Vamos a saltarnos la "ya típica" explicación de la diferencia entre evaluar y calificar pues, afortunadamente, creo que ya está superada por todos. Como hemos dicho, hoy hablaremos de evaluación y no de calificación por ser la primera inmensamente más importante que la segunda.
Y cuando hablo de evaluación, no entiendo hablar de otra forma que no sea hablando de evaluación formativa: una evaluación que influya directamente en el proceso de aprendizaje, omnipresente en todas sus fases y que permita reorientar el propio proceso en función de las evidencias que va recogiendo. Es decir, todo lo contrario de una evaluación del resultado final que ya ni tiene solución ni influencia alguna sobre el proceso de aprendizaje.
Para informar esta evaluación, necesitamos recoger evidencias de aprendizaje. Cuantas más y de más variados tipos tengamos, mucho más justa será nuestra evaluación. En la recogida de estas evidencias hay infinidad de herramientas digitales que nos van a facilitar el trabajo tanto en educación presencial como (especialmente) en educación a distancia.