¡Hooola a todos!
Aún nos quedan un par de entradas de esta serie sobre educación a distancia que pretende servir de ayuda para todos los maestros y profes que afrontamos un curso lleno de incertidumbre y en el que me temo (ojalá esté equivocado) que habrá más periodos de teledocencia....
En la entrada de hoy, hablaremos sobre evaluación en educacion a distancia, un aspecto del que se ha comentado mucho durante la cuarentena de finales del curso pasado.
Vamos a saltarnos la "ya típica" explicación de la diferencia entre evaluar y calificar pues, afortunadamente, creo que ya está superada por todos. Como hemos dicho, hoy hablaremos de evaluación y no de calificación por ser la primera inmensamente más importante que la segunda.
Y cuando hablo de evaluación, no entiendo hablar de otra forma que no sea hablando de evaluación formativa: una evaluación que influya directamente en el proceso de aprendizaje, omnipresente en todas sus fases y que permita reorientar el propio proceso en función de las evidencias que va recogiendo. Es decir, todo lo contrario de una evaluación del resultado final que ya ni tiene solución ni influencia alguna sobre el proceso de aprendizaje.
Para informar esta evaluación, necesitamos recoger evidencias de aprendizaje. Cuantas más y de más variados tipos tengamos, mucho más justa será nuestra evaluación. En la recogida de estas evidencias hay infinidad de herramientas digitales que nos van a facilitar el trabajo tanto en educación presencial como (especialmente) en educación a distancia.
Un uso eficiente de las mismas permitirá también darle un aspecto visual y una variedad a nuestras pruebas que mejorará la motivación de nuestros alumnos, lo cual considero clave en entornos de formación remota.
Como comentamos con la metodología, cuantas más conozcamos, mejor podremos elegir en función de nuestros intereses. Si solo conocemos Kahoot, nos ahorramos el esfuerzo de elegir... :(
Aquí tenéis una pequeña selección personal de las que más me gustan a mí:
Por otro lado, sé que muchos de nosotros hemos dedicado mucho (muchíiiiiiiisimo) tiempo a la evaluación en el reciente periodo de confinamiento. Me atrevería a decir que demasiado. En mi opinión se ha tratado de un fallo organizativo provocado por la falta de experiencia en este tipo de situaciones.
Me explico: a lo largo de la unidad o proyecto hemos corregido miles y miles de tareas que nuestros alumnos nos enviaban por distintos medios (capturas del cuaderno, documentos adjuntos...) lo cual supone mucho más tiempo que en contextos presenciales. Y después, para hacer una prueba final les hemos enviado a los alumnos pruebas autocorregibles (Quizizz, formularios de Google, Socrative...)
Creo que es mucho más eficaz utilizar este tipo de pruebas durante el proceso (liberándonos tiempo para tareas más importantes) y proponer pruebas finales en las que sí que tengamos que corregir: un vídeo explicando los contenidos, un podcast, una presentación, un texto... De esta forma, nos cargaremos con menos trabajo y tendremos una visión más clara de cómo va cada uno de nuestros alumnos y con qué se ha quedado al final del proceso.
Para finalizar, esta es una presentación resumiendo lo que hemos comentado y presentando algunos ejemplos y herramientas de cómo evalúo yo con mis alumnos en las distintas fases del proceso.
Espero que os guste.
Sr. Ruiz.
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